BOTERO, UN MINISTRO CASI EN LA LONA
Además de la oposición, los liberales
y Cambio Radical anunciaron que pedirán su salida del cargo.
Cuando el liberal Lidio García,
presidente del Senado, dio por concluido el debate de moción de censura, el
ministro de Defensa Guillermo Botero se quedó sentado en la misma silla donde
recibió los más duros ataques desde que ocupa el cargo. Rodeado por la cúpula
militar, sus asesores, permaneció sentado casi media hora como un boxeador que
está sentado en su esquina asimilando los golpes recibidos.
Al otro extremo del recinto, otro
corrillo. Los senadores de la bancada del Centro Democrático rodeaban a Álvaro
Uribe que también parecía contrariado. La defensa del ministro no lo había
dejado satisfecho por lo que también trataba de asimilar las consecuencias de
un debate que golpeó al gobierno.
Media hora después el ministro Botero
por fin se levantó de su silla y caminó hacia dónde estaba Uribe con sus
senadores. Después de un apretón de manos se aguantó, por más de veinte
minutos, una auténtica cartilla del senador Uribe que seguramente no se hubiera
producido si el ministro de Defensa hubiera descollado en el debate.
Luego, el ministro Botero abandonó el
recinto. Lo hizo con la cabeza agachada como la tenían la decena de generales
que habían llegado hasta el capitolio para acompañar al jefe de la cartera de
Defensa. El silencio parecía cortar el ambiente. Parecía un funeral.
A la salida del recinto, los
periodistas esperaban al ministro Botero para recoger sus reacciones al debate.
Nunca paró. Contestó mientras caminaba, con voz baja, y lo único que aseguró es
que no iba a renunciar.
Era la segunda moción de censura que
el ministro de Defensa afrontaba en los 14 meses desde que ocupa el cargo. En
la primera, arrasó en la Cámara de Representantes donde recibió el apoyo de 130
de 168 congresistas. Para esta moción de censura se preparó de la misma forma
que la anterior. A punta de cifras mostrando los indicadores de su
administración en distintas materias: hurto, reducción de homicidios,
secuestros, y lucha contra los cultivos ilícitos, donde mejor se defendió. Pero
no estuvo preparado para las revelaciones que le tenía el citante, Roy Barreras
(la U) que lo cogieron fuera de base.
Barreras, que hace dos semanas había
puesto contra las cuerdas al ministro a quien calificó de haber fracasado al
frente de la política de seguridad, se destapó con dos informes de Medicina
Legal.
El primero se refería al caso de
Flower Trompeta, un líder campesino que apareció muerto en el Cauca en
circunstancias que aún se investigan, pero que en principio las autoridades lo
dieron como muerto en un combate contra disidencias de la guerrilla.
Según el senador Barreras este fue un
caso de una ejecución extrajudicial “vendida como muerte en combate”. Para
sustentar su afirmación mostró un dictamen de Medicina Legal que demuestra que
lo mataron “fusilado por la espalda con tiros de uno en uno”.
“Quieren ocultar que Flower Trompeta
fue fusilado en la finca de su padre tratando de huir, les mintieron a los
colombianos”, dijo Barreras al señalar que la primera versión fue que había
sido producto de un combate.
Pero la revelación que más estremeció
al Capitolio fue la que Barreras hizo sobre un reciente bombardeo contra las
disidencias de las Farc en el que fallecieron 7 menores de edad.
En ese operativo que se realizó el 30
de agosto en una zona rural de San Vicente del Caguán fue bombardeado un
campamento de una disidencia de las Farc en el que murió su jefe Rogelio Bolívar
Córdoba, alias Gildardo Cucho, quien cayó junto a 14 de sus hombres.
Pero según demostró Barreras en el
debate, el ministro Botero nunca informó sobre la muerte de los menores de
edad. Esa información la sustrajo el congresista de otro informe de Medicina
Legal que detalla que entre los fallecidos hay menores de edad.
El reporte de Medicina Legal está
fechado el 19 de septiembre y en este se detallan las edades, identidades y
estado de los cuerpos. Entre los muertos hay una niña de 12 años.
“En ese bombardeo cuando presentó a
los colombianos la baja de 14 criminales de las disidencias ocultó que 7 eran
niños incluyendo una niña de 12 años. Nunca le contó eso a Colombia. Un
ministro que miente hace que se pierda esa confianza en las fuerzas militares.
Si fuese un error militar porqué ocultó esa información. Medicina legal recibió
18 cuerpos de esos 14 pudo identificar y 7 eran niños de 12 y 15 años”, explicó
Barreras.
En los 45 minutos que tuvo el
ministro Botero para defenderse, nunca se refirió al caso de Flower Trompeta ni
al bombardeo en el que murieron los menores de edad.
A tal punto que antes que terminara
el debate el senador Álvaro Uribe tuvo que pedir una moción de orden para
pedirle al ministro Botero que se pronunciara frente a esos dos asuntos los
cuales calificó como “muy delicados”.
Entonces Botero reconoció que el
Ministerio no tenía conocimiento de la presencia de niños en dicho campamento,
pero advirtió que el operativo se desarrolló bajo las reglas del Derecho
Internacional Humanitario.
“Las operaciones militares siempre se
desarrollan de acuerdo a estándares internacionales, cuando esta operación se
hace, no se conocía de la presencia de menores”, reconoció el funcionario en el
Senado.
El ministro aseguró que este tipo de
operaciones tiene control judicial y señaló que el bombardeo estuvo soportado
en una investigación de las Fiscalías 114 y 135 especializadas de la dirección
contra las organizaciones criminales. "Correspondería a las autoridades
competentes a la luz de las normas del Derecho Internacional Humanitario la
infracción de la que es responsable el Grupo Armado Organizado por utilizar
menores como parte al parecer de su estructura de seguridad", señaló.
Sobre el caso de Flower Trompeta, el
ministro Botero dijo que se atienen a lo que arroje la investigación de la
Fiscalía sobre ese caso. “Sobre este caso desde el primer momento hubo
acompañamiento de las autoridades judiciales y no tenemos la autopsia”,
manifestó.
Las explicaciones no dejaron
satisfecho al senador citante. "No ha contestado por qué le ocultó a
Colombia que murieron siete niños en ese bombardeo, o no lo sabía y se enteró
hoy por mi informe... O sí lo sabía, y por eso consultó abogados, y no ha dicho
por qué lo ocultó. Aunque sea cierta la aberración de suponer que una niña de
12 años portando fusil era una criminal, usted no lo podía ocultar, eso es un
adefesio", manifestó Barreras.
Aunque nunca antes un ministro de
Estado había salido tambaleante de una moción de censura, Guillermo Botero sí
salió golpeado y casi que con un pie afuera de su cargo.
La suerte del ministro empezó a
cambiar desde el lunes festivo. En la tarde, el senador Roy Barreras se reunió
con César Gaviria, jefe del Partido Liberal, y le expuso los pormenores del
debate. Al conocer la información que se revelaría, Gaviria se reunió el martes
con la bancada de senadores del partido y los convenció para votar a favor de
la opción de censura.
A la expectativa de esa decisión
estaba el otro partido independiente al gobierno, Cambio Radical, que tras
reunirse antes del debate decidió votar en bancada a favor de la moción de
censura contra el ministro Botero.
Para que el ministro sea destituido
de su cargo se necesita la mayoría absoluta de la plenaria del Senado que se
constituye con 55 votos (de 108). Se da por descontado que la oposición votará
por la salida de Botero, a los que se debe sumar los votos del Partido Liberal
y Cambio Radical.
En manos del Partido de la U, que es
de gobierno, también estaría la suerte del ministro, aunque en esta
colectividad tres senadores ya cantaron su voto contra Botero, lógicamente el
citante Roy Barreras más Armando Benedetti y Roosevelt Rodríguez.
TOMADO DE REVISTA SEMANA
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