lunes, 12 de noviembre de 2018

HISTÓRICA Y PREOCUPANTE ALZA DE COMBUSTIBLES



La navidad de los colombianos este año no tiene cara de ser la más amable, la posibilidad de que el 80 por ciento de los productos de la canasta familiar sea gravado con IVA  y el aumento en los precios de la gasolina y el ACPM, a partir de hoy 11 de noviembre, vaticinan una fuerte apretada de cinturón porque una vez aumenta el precio de los combustibles los precios de todo lo demás ascienden vertiginosamente.
Para Bogotá el valor que se fijó es de $9.462 el galón de gasolina, $98 pesos más con respecto al mes de octubre y de $8.916 para el ACPM, con un aumento de $94 frente al mes anterior. El promedio del alza en la gasolina en las 13 principales ciudades del país es de $95 pesos frente al mes pasado y del ACPM el promedio nacional es de $90 pesos. Desde hace tres meses el precio de los combustibles ha subido cada 30 días, los expertos aseguran que es un alza ‘histórica’.
En Villavicencio la gasolina tiene el precio más alto con  $9660 pesos y Pasto la más barata con un valor de $7199. Si se tiene en cuenta que buena parte de la carga se mueve por la vía al llano, las consecuencias se reflejarán en el aumento de precio en todos los productos de consumo.
Los transportadores reunidos en Fedetranscarga ya pusieron el grito en el cielo y señalaron que la medida implica un incremento del valor de los fletes en 35 por ciento en costos de operación y reclamaron por el incremento acumulado en el precio del galón en lo que va corrido del año y ya está por encima de 730 pesos y por eso están pidiendo que se extiendan los períodos de ajuste en la fijación del nuevo precio.
La Federación de transportadores sostiene que en 2018 “se ha generado una descompensación de la carga, debido al déficit de la balanza comercial por el aumento de las importaciones y la disminución de las exportaciones.”
Y si eso les pasa a los grandes del transporte, para el ciudadano de a pie las cosas no son mejores, su desbalance se concentra también en que con los mismos bajos ingresos tienen que costear el alza de la gasolina, el ACPM, los comestibles, vestuario, vivienda, educación, impuestos, transporte y de recreación ni hablar, si acaso salir a un parque, pero eso si sin posibilidad de comprar crispetas o conos de helado para los niños.
Los grandes del transporte están solicitando mesa de diálogo con el gobierno para revisar la fórmula que fija los precios, teniendo en cuenta los costos de producción, mezcla y tasas impositivas y es probable que les digan que sí, que se sentarán con ellos, pero de poco servirá porque  la medida se veía venir y es irreversible.
Aun cuando el precio del crudo bajó y el barril se cotiza en U$70 dólares, el mismo precio de comienzos de año, la gasolina está subiendo, yendo en contravía de lo que fue siempre una constante en el sentido de que cuando el crudo subía, el combustible también,pero las cosas cambiaron.  Es de suponer que el déficit del país es tan grave que nos va a tocar asumirlo a todos los colombianos, y no solo a los de clase media, que está a punto de colapsar ante la perspectiva de que la carga del IVA le haga la vida cada vez más difícil.
La justificación de que no habrá más impuestos para los grandes capitales a fin de que creen más empleos ojalá se cumpla y no se sigan cerrando más empresas con el consecuente aumento del desempleo y no terminen  las familias de clase media las que carguen con toda la carga.

Tomado de KIENYKE

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