La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció
el 20 de marzo como Día Internacional de la Felicidad. Reconocía así la
felicidad como una meta humana fundamental y una aspiración inherente y
esencial de cada persona del planeta. La ocasión nos sugiere reflexionar sobre
el tema. ¿Nos proponemos realmente ser felices como prioridad vital? ¿Qué hace
usted para ser más feliz?
Existen factores determinantes que hacen que uno se
sienta más o menos feliz. Uno principal es la salud. Si eso falla, condiciona
todo lo demás. Pregúntese qué hace usted para mejorar su salud presente y
futura. Haga ejercicio regularmente y aliméntese de manera equilibrada y, a ser
posible frugal. Eso ayudará a envejecer saludablemente.
También es importante tener unos niveles de ingresos
suficientes, que le permitan vivir dignamente. Si le resulta difícil aumentar
los ingresos, es mejor adaptarse a los que uno tiene y sacarles el máximo
partido. Y recuerde que sólo se vive una vez, no vaya a ser el más rico del
cementerio.
Una vez asentados los pilares esenciales, salud y
dinero, veamos qué otras cosas nos hacen felices. La primera es una actitud
vital optimista. Sea positivo, vea el lado bueno de las cosas y, muy
importante, quiérase a sí mismo, es usted su mejor valedor.
También es importante hacer cosas que le den
satisfacción. Busque aquello que le hace sentir bien y emplee todo el tiempo
que pueda a cultivarlo. Ocupe su tiempo provechosamente, no tenemos mucho y es
limitado.
Cuide sus círculos sociales y amplíelos si es posible.
El hombre es un animal social y necesitamos de los otros para realizarnos.
Hable a menudo con su familia y procure verlos frecuentemente. Y establezca
relación con grupos de personas con intereses afines. Hay muchos caminos, en
los centros de mayores, en las asociaciones y los clubes, en las universidades
de mayores, en grupos de viaje, culturales… hay multitud de foros a los que
acercarse a participar. Y está internet, una puerta abierta al mundo donde se
pueden buscar y establecer relaciones que van mucho más allá de lo virtual.
Lea y cultívese constantemente, es una fuente de
satisfacción personal que nos permite disfrutar de las cosas buenas de la vida
más intensamente. Cuanto más sepamos de un cuadro, de una canción, de una obra
de teatro, de un periodo
Histórico… más disfrutaremos de los viajes, de las
visitas a un museo, a una exposición o a un concierto.
Por último, intente emplear parte de su tiempo en
mejorar la vida de los demás. Comprométase en alguna causa solidaria, cualquier
voluntario responsable le dirá que recibe mucho más de lo que da en su acción
solidaria.
Tomado de
INTERNET. No aparece autor.
Mayo 27 de 2015
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