ARTÍCULO TOMADO DE LA REVISTA ESPAÑOLA RAICES EN RED
Hace 2000 años que los judíos, presos, esclavos de los romanos, llegaron a Sefarad (España). Posiblemente, entraron por el cabo gallego de Finisterre, que en latín significa Fin de la Tierra. En Galicia, se asentaron raíces de judíos sefarditas y de otros que se instalaron en otros países.
"...y
los cautivos de esta hueste de los hijos de Israel, los que están entre los
cananeos hasta Tzarfat y la cautividad de Jerusalem, que está en S'farad
(Sefarad)." (Abdias I:20).
Los
judíos llevados a Babilonia, Mesopotamia, fueron traídos a España y le dieron
el nombre de Sefarad, del que se dice que significa lejísimo. Aquí, todos,
seguidores de Cristo, o de la Ley de Moisés, se organizaron bajo el mandato
romano realizando y colaborando con ellos en importantes trabajos y en sus
principales proyectos.
Cuando
llegaron los visigodos, ya bastantes judíos comenzaron a renegar de su fe judía
y convertirse al catolicismo por interés de posición social o de otro tipo. Se
dice que los sefarditas son descendientes de la tribu de Judá y de la de Leví,
y otros judíos, de diferentes tribus, como los asquenazíes, centroeuropeos, se
asentaron en Alemania, Polonia, Rumania y otras partes de Europa. Hubo un
momento en que la mitad de la población judía en Europa era sefardí.
También
provendría del hebreo la palabra Iberia, que muchos historiadores sostienen que
viene del vocablo Ivrí, y al parecer también viene de ahí el nombre
del río Ebro. Ivrí significa Hebreo y, además, se emplea como
nombre y apellido de familia. España tiene huellas judías por Extremadura,
Cáceres, Coria, Trujillo, el bonito barrio judío del pueblo de Hervás, Toledo,
Segovia, Sevilla, Córdoba, Jaén, Galicia, Navarra, Aragón y partes de Cataluña.
El
esplendor judío alcanza su cima en el siglo XII, y empieza su decadencia en el
XIV. Ya en 1391 las grandes matanzas, persecuciones y conversiones por amenazas
de los gobiernos y de la Iglesia Católica son terroríficas, entre las más
destacadas de las matanzas se encuentra la llevada a cabo el 6 de junio de 1391
en la Judería de Sevilla. El miedo de judíos no conflictivos conversos (anusim,
en hebreo) era tal que los padres decían a los hijos que cerrasen la boca sobre
su sangre y religión para liberarse de morir en la hoguera o bajo otros
tormentos. Esos judíos sefarditas nos dejaron una gran lista de apellidos,
quizá mas de 10.000, normales, pero muchos se quitaron el nombre judío como
Abraham e Isaac, por ejemplo, para no irritar a los no judíos y levantar
sospechas ante la Inquisición, pero como es fácil deducir, se puede cambiar por
la fuerza a una persona de religión, pero no la sangre semita, ni las
costumbres y tradiciones de generaciones y generaciones en una familia.
Se
ha dicho que procedemos mayormente de árabes, y eso no es totalmente cierto. La
historia de España está "acomodada" por antijudíos, antisemitas
redomados, desde los Reyes Católicos hasta nuestros días, y esa educación falsa
se sigue dando a la juventud en centros de enseñanza por seguidores del credo
cristiano o por intereses partidistas, moda, etc., donde se olvida la
importancia que tuvo la sangre judía, con una presencia superior a los VII
siglos en Sefarad más que la islámica, por ejemplo.
En
la Edad Media, damas de alcurnia entregaban su virginal azucena y entrepierna a
judíos ricos, cumpliendo así el refrán "Junta dinero y nobleza y obtendrás
buena pareja", como dice Pere Bonnin en su libro Sangre Judía.
También los clérigos tuvieron relaciones sexuales hasta que fueron prohibidas,
así como los matrimonios mixtos. Sangre árabe hay, de algunos cruces, pero es
la menos. Repito, manipulación de la información histórica, heráldica y
genealógica desde los Reyes Católicos hasta hoy. Los Reyes Católicos pasarán a
la historia, entre otras cosas, por el gran error de expulsar a los judíos en
1492 de España y confiscar sus bienes y tierras, y repartirse todo entre
Estado, nobleza e Iglesia, así como intentando borrar todo resto de la cultura
sefardí de nuestro suelo e historia.
Hubo
celebridades conversas de origen judío como Teresa de Jesús, Gregorio Pardo,
Pablo de Santa María, Obispo de Cartagena y Burgos, su nombre antes de
convertirse fue Salomón Ha-Levi. Así muchos de esta estirpe y otros judíos
pasaron a llamarse Santangel, San Martín, Santa Cruz, etc., para alejarlos del
"olor a judío", de la Ley de Moisés. La Inquisición fue algo similar,
salvando las distancias, al Holocausto reciente del siglo XX, llevado a cabo
por la judeofobia nacionalsocialista. Redomados antisemitas españoles, lucen
sus apellidos judíos escribiendo en periódicos, revistas y medios de
comunicación, incluso muchos ignoran su pasado. Su apellido está en la lista de
Juderías y de procesados por la Inquisición española.
Muchos
de los que escaparon a Portugal primero y a Méjico fueron allí también
asesinados por la Inquisición y así como en otros países del Nuevo Continente.
Pero España se lleva el palmito en este terreno. Hoy día aún hay miedo a la
palabra judío, que se mira como insulto, señal de mala persona y avaro, un
error. Si los judíos no hubiesen sido expulsados, España sería más culta y
próspera. Podemos condenar el pasado pero no el presente. La historia hubiese
sido diferente. Los de ahora no existiríamos.
El
pueblo judío, siempre errante, encontró moradas huyendo de la Inquisición en
muchos países europeos, tomando al llegar allí nombres de acuerdo con su
política de apellidos, otros siguieron con su apellido hebreo. Goldman (hombre
de oro) es judío, pero no es el nombre original. Algunos si lo serían desde
milenios atrás, pero seguro que el primero de ese apellido no se llamó así. Al
ser un pueblo errante creaban apellidos, Palomo en español, Colombo en
Italiano, Shalom en hebreo, Salom en español.
Mucho
de lo que se dice en diccionarios de apellidos es obra de escritores que no
saben historia judía ni de la Inquisición y no quieren, o no les interesa,
decir que son judíos, y se preguntan ¿es que entre los cristianos no había
sastres, manteros, toledanos, sevillanos, zapateros?
Apellidos
españoles de origen judío
Ala,
Abadía, Abanillo, Abarim, Abed, Alcazar, Alcañiz, Alemán, Baltasar, Barba,
Barceló, Barcelona, Baro, Barrachina, Barrionuevo, Berenguer, Belluga,
Caballero, Cabeza, Cabezudo, Cabra, Cáceres, Cádiz, Caldero, Campo, Canete,
Carrillo, Cazorla, Chaves, Chico, Chavariz, Chelva, Chapetel, Colombo, Correa,
Dalmau, Darmon, Daroca, David, Dávila, Delgado, Díez, Domenech, Donlope,
Dormido, Duarte, Elías, Elisa, Elvira, Enero, Enríquez, Escalera, Escobar,
Escribá, Espíritu Santo, Espinosa, Espino, Fabib, Fadol, Fajardo, Farache,
Faral, Faras, Farias, Faro, Fernandes, Ferrando, Ferrer, Ferrera, Fierro,
Fuertes, Fuster, Gabirol, Galaf, Galiana, Gallego, Gallo, Gálvez, Gaona,
Garcés, García, García de Moros, Garro, Gato, Gerona, Gilabert, Gil, Girol,
Haro, Hasid, Hassan, Hascan, Henríques, Herrero, Herrera, Hervás, Hierro, Hospital,
Hoz, Illesas, Iniesta, Ismail, Izquierdo, Jara, Jaime, Jordán, Julia, Kahn,
Kayffman, Kesselman, Kohan, Krispin, La Torre, Lacalles, Laparda, Laparra,
Lara, Laredo, Lauria, Leo, Lerin, Levi, Leyba, Macanas, Macia, Machado,
Marqués, Mayo, Mazana, Mazín, Medina, Meir, Melero, Nadal, Nájara, Narváez,
Navarro, Natanel, Negrín, Nieto, Noé, Obadia, Obrador, Olivera, Oliveros,
Olivos, Olmos, Orduña, Orella, Orgaz, Ortega, Osorio, Pacheco, Padre,
Padresanto, Padrón, Palache, Palma, Pardo, Paredes, Pujol, Pulgar, Querido,
Quersi, Quirós, Rabatoso, Ramírez, Ramos, Ravel, Rebasa, Redó, Reina, Rossel,
Rosales, Ros, Saavedra, Sabina, Sagarra, Salama, Salami, Salgado, Salom,
Sánchez, Sánchez de Toledo, Sánchez de Ocaña, Sastre, Tabora, Talavera,
Tamarit, Tarazona, Tejedor, Terrasa,
Thomas, Toledo, Úbeda, Ulloa, Urrea, Usua, Usillo, Vaamonde, Valderrama,
Valencia, Valera, Valdellós, Valeriola, Valero, Vall, Valls, Vaquero, Ventura,
y un largo etcétera como Zaforteza, Zaragoza, Zarco, Zayat, Zorrila, etc.
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