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Photo Empezar a comerlos y
no poder parar.
Seguro
que le es familiar esta situación. Resulta que estos alimentos adictivos son
productos manipulados, hechos exclusivamente para que no podamos parar de
comerlos.
La pregunta es
"¿a qué se debe que haya determinados alimentos que desencadenen en
nosotros la necesidad de pegarnos un atracón imparable?".
Los responsables de
ello son sus creadores, así lo explica Yahoo Health: "Algunas compañías y
sus equipos científicos han conseguido que determinados alimentos tengan
sabores y olores especiales, e incluso que emitan sonidos atractivos, que
alteran nuestro centro del placer neurológico". A ello hay que sumarle que
no se trata de alimentos saludables o ricos en vitaminas, fibras o proteínas,
sino todo lo contrario.
Según diferentes
investigaciones científicas y los editores de la revista especializada en
alimentación Eat This, Not That!, estos son los seis alimentos más adictivos
del mundo y los motivos por los que no puedes parar de comerlos.
1. Doritos
Su receta está
pensada para que el consumidor perciba varios sabores a la vez. Esto se debe a
que cuando los alimentos no tienen un sabor dominante, provoca en las persona
menos sensación de saciedad, consumiendo más.
Según los
investigadores, uno de sus principales ingredientes es el glutamato monosódico.
Se trata de un aditivo utilizado para aumentar el apetito y hacer, al mismo
tiempo, que los alimentos tengan un sabor más apetitoso evitando poder quitarse
el sabor del snack de la boca.
2. Galletas Oreo
Según un estudio del
2003, estas galletas son más adictivas que la cocaína. Los investigadores
llegaron a esta conclusión cuando alimentando a un grupo de ratas con Oreo, y a
otras con esta adictiva droga para controlar los efectos en el centro de placer
del cerebro, vieron que las Oreos activaron más las membranas cerebrales que la
cocaína. Así se explica porque resulte tan complicado comer solo una.
3. Patatas fritas
Según los
investigadores de la Universidad de Michigan, las patatas fritas son uno de los
alimentos más adictivos por la combinación de grasas, almidón y su naturaleza
altamente procesada. Todo ello hace que las personas las relacionen como uno de
los alimentos que más consumen.
4. M&M'S
Según un estudio
suizo, cuando dos chocolates tienen recetas idénticas, las personas encuentran
más adictivas las versiones redondas, ya que se deshacen de manera más rápida
en la boca. Además, cuando más dulce se percibe es más difícil de frenar la
adicción. Esto ocurre con los M&M'S.
5. Cheetos
Su adicción se debe a
que tiene un efecto especial en la boca. A pesar de su tamaño alargado, cuando
entran en contacto con la lengua parece que se derrite. A esta sensación, los
científicos la han denominado como "fuga de la densidad calórica", es
decir, nuestro cerebro recibe la información de que no se está comiendo tantas
calorías como las que realmente estamos ingiriendo. Esto provoca, que nuestro
subconsciente se sienta con permiso de seguir comiéndolos.
Además, según la
Universidad de Oxford, el sonido que producen al morderlos está diseñado para
engancharnos: imita el crepitar de los alimentos frescos, haciéndonos pensar
que comemos sano.
6. Palomitas para microondas
Existen muchas formas
de hacer palomitas, pero las de microondas son las más adictivas. ¿La culpa de
ello? Las bolsas en las que vienen. Estas contienen diacetil y pentanodiona,
que se desvanecen en el aire gracias al calor, enviando señales a nuestro
cerebro para que queramos comer más palomitas.
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