Además de caro, les debe
resultar agobiante. Los cuatro famosos ex funcionarios que han huido del país
para no enfrentar a la justicia colombiana-a la que califican de estar
viciada por intereses políticos -, deben estar preocupados tanto porque Bogotá
consiga sus extradiciones, como porque el dinero ahorrado no les alcance para
sobrevivir como prófugos.
Sufren el agravante de estar en
boca de la opinión pública día tras día, lo que presiona al gobierno para que
consiga con prontitud su regreso al país, así tengan asilo o estén en trámite
de conseguirlo.
Está claro que la figura de
refugio es un alivio momentáneo, porque como se vio con María del
Pilar Hurtado, ese seguro puede ser retirado por la influencia del país que
solicita su extradición o por las mismas decisiones de la política domestica.
La suerte de estos reconocidos
ex funcionarios se sigue enredando. El caso de Andrés Felipe Arias, exministro
de Agricultura responsabilizado de las irregularidades del programa Agro Ingreso Seguro,
se sumergió en una carrera entre su solicitud de asilo en Estados Unidos y la
petición que pronto elevará el gobierno colombiano para que le nieguen el
refugio y sea deportado.
El ex comisionado de Paz, Luis
Carlos Restrepo, al parecer consiguió un asilo en Canadá. No obstante, el
alivio no lo exime del todo ante futuros requerimientos de la justicia
colombiana.
María del Pilar Hurtado estaría
acorralada en Panamá luego de que su asilo fue declarado inconstitucional y
tras quedarse sin su padrino protector: el ex presidente Ricardo
Martinelli. Lo más probable es que, sin su escudo, tenga que escabullirse a
Costa Rica antes de que la capture la policía por solicitud de Colombia.
Y la ex contralora Sandra
Morelli se valió de su nacionalidad italiana para trastearse a Europa y decidir
no volver hasta que su proceso judicial no esté dirigido por el actual fiscal
Eduardo Montealegre.
De estos ex funcionarios, María
del Pilar Hurtado es quien lleva más tiempo prófuga de la justicia colombiana:
casi cuatro años. Luis Carlos Restrepo suma más de dos años viviendo entre
Estados Unidos y Canadá.
Andrés Felipe Arias partió hace
tres meses a Miami, justo cuando se filtró que la Corte Suprema lo
condenaría; y Sandra Morelli lleva apenas un par de semanas en el autoexilio,
pues se fue tan pronto terminó su trabajo en el organismo de control.
Sean cuatro años o dos semanas,
un prófugo de la justicia se enfrenta a una situación de supervivencia costosa
que logra palear por un tiempo con sus ahorros, pero que se puede dificultar si
el asilo y el permiso de trabajo no es otorgado con prontitud. ¿Qué tan caro le
podría resultar la vida a un prófugo con familia, que antes estuvo acostumbrado
a una vida de lujos y comodidades? Analice las siguientes cifras que, cabe
aclarar, no cuentan con otro de los más caros servicios: el de los abogados.
Andrés Felipe Arias
Lugar donde se encontraría:
Miami
Estimado de gastos mensuales:
mínimo US$2.800 (5’434 mil pesos)
Andrés Felipe Arias, su esposa
y sus dos hijos prefirieron escapar del país a reconocer la condena impuesta
por la Corte Suprema de Justicia que obliga al ex ministro de Agricultura a
pagar 17 años de prisión y asumir una multa de 30 mil millones de pesos.
Se estima que el pasado viernes
13 de junio, Arias y su familia viajaron en la noche con destino a Miami,
Estados Unidos. El exministro fue visto en una oficina gubernamental pidiendo
asilo por persecución política en esa ciudad.
Gracie Gómez, abogada de
inmigración de La Florida y experta en asesoría para solicitudes de asilo,
explicó a KienyKe.com que Arias tendría que demostrar, con
suficiente documentación y pruebas, que si regresa a Colombia será objeto de
persecución y violación de sus derechos.
“Es un trámite muy difícil. Y
si es por asuntos de ideas políticas puede tardar más. Tengo casos en trámite
que duran hasta casi tres años”, explica.
Andrés Felipe Arias habría
iniciado sus requerimientos de asilo en julio y tiene en su contra que el
máximo tribunal de justicia de Colombia emitió una sentencia que lo declara
culpable.
Durante este periodo, así ya
haya una solicitud formal de ayuda, el Gobierno norteamericano no ofrece ningún
auxilio de manutención. Solo si le es aprobado el asilo, recibe un permiso de
trabajo y las autoridades le ayudan al beneficiario a conseguir un buen empleo,
una licencia de conducción y otros favores sociales. Cinco años más tarde, el
asilado puede obtener la ciudadanía estadounidense.
Andrés Felipe Arias estaría
estudiando pasar su asilo -si lo consigue- entre Miami o Los Ángeles.
Pero si Arias no ha conseguido
el asilo y no contaría con permiso legal para ejercer trabajos formales, su
situación económica estaría en serias dificultades.
A finales de 2013, KienyKe.com contactó
a Andrés Felipe Arias para solicitarle una entrevista, y él mismo manifestó que
su situación económica era crítica y temía que una condena llevara a su familia
a la ruina.
Si esto se mantiene igual, las
cuentas de la familia Arias-Serrano deben estar en dificultades. Miami es una
ciudad muy costosa e incluso las poblaciones aledañas no se caracterizan por
tener precios bajos.
Una casa en Miami, con dos
habitaciones y un baño, se arrienda amoblada en 2.390 dólares mensuales (4
millones 630 mil pesos).
Un apartamento, con dos
habitaciones y sin muebles se puede conseguir en 1.450 dólares, y amoblado
puede ser rentado por 1.600 dólares (3’100.000 pesos).
Considerando que Arias debe
estar en permanente contacto con abogados -tanto en Estados Unidos como en
Colombia-, su cuenta de telefonía móvil con plan de datos puede sumar hasta 80
dólares, en plan económico y estimando que un solo celular baste para toda la
familia.
Por servicios públicos, como
agua y luz eléctrica, los costos de los recibos pueden ser de 150 dólares, sin
contar el gasto de aire acondicionado, lo que sumaría otros 40 dólares a la
cuenta.
Y por alimentación, que es otro
de los grandes gastos para una familia de cuatro miembros, el dinero
presupuestado por mes debe ser unos 900 dólares en una ciudad como Miami
(1’740.000 pesos).
Para movilizarse en la ciudad,
el exministro tendría dos opciones: un carro particular, aunque tenga que
invertir 3.60 dólares por galón de gasolina. Un taxi que suma un dólar por
cuadra avanzada, lo que hace que una carrera no baje de 30 dólares. O el
metrobus, cuyo pasaje vale 2.25 dólares.
Por otro lado se ha rumorado
que Andrés Felipe Arias y su familia podrían irse a vivir a California, pues
tendría varios conocidos en Los Ángeles, ciudad en la que hizo estudios de
posgrado antes de vincularse al gobierno de Álvaro Uribe.
Si lo decidiera, podría
arrendar un apartamento cómodo y amoblado por 1.550 dólares. También encontraría
una casa mediana, con muebles por 2 mil dólares al mes.
Respecto a la alimentación, los
costos de Los Ángeles son similares a los de Miami, y se estima que para los
cuatro podrían gastar unos mil dólares por mes.
Los servicios públicos pueden costarles
120 dólares en promedio y el transporte público implica un boleto de autobús
por $1.50 o carreras de taxi con 2.39 dólares por cada kilómetro recorrido.
Luis Carlos Restrepo
Lugar donde se encontraría:
Canadá
Estimado de gastos mensuales:
mínimo US$3.000 (5’900 mil pesos)
El excomisionado de Paz, Luís
Carlos Restrepo al parecer consiguió asilo en Canadá. De su paradero no se
sabía desde enero de 2012 y siempre se especuló que podría estar o en Estados
Unidos o en su vecino del norte.
En efecto habría conseguido el
beneficio de las autoridades canadienses y se estima que podría estar en dos
posibles ciudades: Toronto o Montreal.
Cabe recordar que Restrepo es
requerido por la justicia para que responda por la falsa desmovilización de un
grupo de supuestos guerrilleros de la compañía ‘Cacica La Gaitana’ de las Farc.
Restrepo vive con su esposa, Juana Jeanneth Rubio, y sus tres hijos: Felipe,
Camilo y Carlos.
De acuerdo con la revista
Semana, el ex comisionado de paz Luis Carlos Restrepo consiguió asilo en
Canadá.
Comparando las dos ciudades
donde se presume que reside Restrepo, su costo de supervivencia era bastante
alto. Con su asilo obtiene un permiso de trabajo del que antes carecía.
En Toronto o Montreal un
mercado diario de leche, pan, arroz, huevos, queso, frutas, verduras y agua,
podría valer 43 dólares estadounidenses. Los servicios públicos en promedio
cuestan 164 dólares y el servicio de internet para hogares se puede adquirir en
48 dólares.
La renta de un apartamento en
Toronto, de tres habitaciones, cuesta 2.600 dólares canadienses al mes. El
mismo apartamento en Montreal se consigue por 1.631 dólares.
Otros gastos, como transporte y
llamadas, pueden sumarle al excomisionado de paz unos 300 dólares.
Canadá es la tercera gran
potencia global que más recibe solicitudes de asilo, después de Estados Unidos
y Francia. El sistema ha sido criticado por ser abusado debido a varias
solicitudes fraudulentas de personas que solo buscan conseguir una residencia
en el país. Al obtener ese estatus, es posible obtener una ciudadanía ante las
autoridades canadienses.
María del Pilar Hurtado
Lugar donde se encontraría:
Panamá
Estimado de gastos mensuales:
en promedio 3’500.000 pesos.
La ex directora del
desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, e involucrada en un
escándalo sobre interceptaciones ilegales de comunicaciones en Colombia,
recibió el beneficio del asilo por parte del ex presidente panameño Ricardo
Martinelli.
Sin embargo este año su
condición se puso en la cuerda floja ante una revisión de la Corte Suprema que
declaró inconstitucional la protección otorgada.
Sobre su situación hay varias
dudas. En principio se rumoró que era protegida de Martinelli y que él le
brindaba todos los beneficios para su manutención desde 2010. Tras la decisión
de la Corte y la llegada de Juan Carlos Varela al poder, los auxilios se
habrían acabado para ella.
El abogado Ángel Álvarez, que
consiguió que se declarara ilegal el asilo de Hurtado, dijo que a mediados de
este año la prófuga colombiana se casó con el empresario Horacio José Arteaga,
con lo que aseguraba su tranquilidad económica.
Autoridades panameñas aseguran
que -según sus registros- María del Pilar Hurtado no ha salido de su país.
Hurtado vivía en el sector de
La Alameda, uno de los barrios más exclusivos de Ciudad de Panamá. Allí un
arriendo de una casa varía entre 2’025.000 y 4’105.000 pesos colombianos. Un
mercado para una familia de tres personas puede ser, en promedio, de un millón
de pesos; el transporte en taxi en la capital panameña tiene una tarifa
mínima de 2.450 pesos y por cada kilómetro recorrido se adicional 1.942 pesos.
En servicios públicos, con
Internet incluido, la cuenta es de casi 300 mil pesos.
De tener que huir a Costa Rica,
Hurtado encontraría un país con precios más bajos, pero sin ahorros suficientes
para subsistir cómodamente sin los permisos de trabajo que se logran con el
asilo.
Sandra Morelli
Gastos mensuales en Italia: en
promedio 4’000.000 pesos, sin arriendos.
La situación de Sandra Morelli
es diferente y llena de ventajas. La ex contralora es solicitada por petición
de la fiscalía de Colombia para que responda por presuntas irregularidades en
la contratación de un edificio donde funciona actualmente el órgano de control.
Para evitar el juicio, Morelli huyó a Italia, país del que también es
ciudadana.
La autoexiliada Morelli dice
que no tiene garantías en Colombia y que su caso obedece a una persecución
liderada por el fiscal general Eduardo Montealegre, con quien sostuvo grandes
diferencias en los últimos años.
Italia la recibe como una
ciudadana más y no permite que la extraditen a Colombia. Su estatus le permite
tener todos los derechos de la residencia en dicho país, y de paso, en la Unión
Europea.
Sandra Morelli estudió una
especialización en Derecho Administrativo en la Universidad de Bologna y además
adquirió una casa en dicha nación, que conservaba como lugar para disfrutar sus
vacaciones.
Al margen del arriendo de un
apartamento, que en el centro de Roma puede costar más de 5 millones de pesos y
a las afueras no baja de 3 millones, la vida en la mayoría de ciudades del país
es bastante costosa.
Sandra Morelli permanecerá en
Europa aprovechando su ciudadanía italiana.
Una comida en un restaurante
promedio, para una persona, costaría al menos 40 mil pesos colombianos, y una
cena para dos en un establecimiento más fino, no baja de 140 mil pesos.
Una botella de agua cuesta
2.400 pesos, mientras que una de Coca-cola puede llegar a los 4 mil pesos.
Un mercado, que incluya
alimentos básicos como arroz, cereales, carne, pollo, leche, frutas, verduras,
agua potable y pan puede ser de un millón y medio de pesos, pensando en
alimentar a tres o cuatro personas.
Los servicios públicos básicos
más internet costarían 450 mil pesos y el transporte es uno de los gastos más
elevados que hay que tener en cuenta: la carrera mínima de taxi es de 8.794
pesos, y cada kilómetro adicional se cobra con 3 mil pesos de más. El galón de
gasolina cuesta 16.782 pesos colombianos, uno de los más caros del continente.
Morelli tiene a su favor que
cuenta con la nacionalidad italiana, la cual le abriría desde ya un abanico de
posibilidades laborales. La ex funcionaria además consiguió ahorrar una buena
cantidad de dinero durante su trabajo como Contralora devengó 23 millones de
pesos mensuales.
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