Yahoo Noticias M. J. Arias,Yahoo Noticias. Ayer
El lunes 1 de abril Andrés no pudo soportar
más la situación de acoso que vivía en el instituto, al que hace casi una
semana que no acudía por esa misma razón, y decidió acabar con todo lanzándose
desde el sexto piso del edificio en el que vivía junto a su familia en el
distrito de Usera, en Madrid. Antes de su suicidio escribió una carta que está
en poder de la Policía y que ha sido reproducida por El Mundo.
En ella, Andrés, de 16 años, relata
cuál fue el calvario que vivió en los últimos meses y cómo llegó un momento en
el que sitió que no podía hablar con nadie, que nadie podía ayudarle y tomo la
decisión de acabar con su vida. Aunque según algunos compañeros, informa El
Mundo, la tutora sí había sido informada de lo que estaba pasando, desde el
Instituto Ciudad de Jaén, en el vecino barrio de Orcasitas, aseguran que no
tenían conocimiento y que por eso no se había activado el protocolo establecido
para los casos de acoso. El martes 26 de marzo fue el último día que acudió al
centro. El lunes siguiente, moría.
“Mi nombre es Andrés y si estás
leyendo esto es porque me habré suicidado”, comienza una carta escrita antes de
saltar y con la decisión ya tomada. A lo largo de varias páginas explica la
situación por la que tuvo que atravesar y cómo está se fue volviendo cada vez
más insoportable. “El caso es que todo empezó bien hasta febrero de 2019,
cuando caí en picado. Tenía que aguantar seis horas en las que poco a poco
empezaba a tener más miedo y así fue mi último mes de vida. Sabía que estaba
solo, que nadie me ayudaría”, cuenta.
En el instituto había alguien que le
hacía la vida imposible pegándole, insultándole y quitándole cosas. A él se
dirige directamente en su carta lanzándole varias preguntas. “¿Creíste que tus
palabras no me hacen daño? ¿Que tus bromas alguna vez me gustaron? ¿Que me
cogieras mis cosas y no me las devolvieras me hacía gracia? Y yo digo, ¿qué
hice para merecer eso? No lo entiendo. Todo el rato fui un chico que no molestó
a nadie”, se cuestiona.
Habla también de cómo se sentía, de
cómo le daban ganas de llorar en el instituto, pero lograba contenerse. Llegó
un momento en el que empezó a plantearse si tendría que seguir siempre así.
Alejado de sus amigos de Coruña, desde donde la familia se mudó a principios de
curso, y sin poder hablar con su novia, a la que según su carta su padre había
prohibido comunicarse con él, no veía salida a su situación.
“No vi futuro. Solo vi un oscuro
agujero negro y ya no me enfocaba en mis estudios por culpa de él (del
acosador), porque me sentía perdido y de hecho ese día lo decidí. Estaba harto
de tragar (…) Pasara lo que pasara mi vida es un infierno. Cuando me insultaba
y me iba a pelear con él, no sé, no sentía miedo y temor. Me di cuenta de que
no tenía fuerzas para seguir en esta vida, así que después de meditar me di
cuenta de que había una sola salida para mí. Una que pensé que nunca tomaría:
el suicidio”.
Y al final fue lo que hizo. Además
del relato de su dolor dedicó unas palabras para sus padres, a los que pidió
perdón por lo que haría después. “Madre, padre, os quiero mucho. Perdonadme por
el dolor que os provocaré. Adiós familia, adiós amigos, a todo ser que me caía
bien os extrañaré, pero tengo que hacerlo, ya no quiero vivir más la vida, la
odio”.
Su relato acaba diciendo que solo
quiere “descansar en paz”, pidiendo que devuelvan sus libros a la biblioteca
que a él se le olvidó y con un “ahora sí. Adiós familia. Adiós amigos y sobre
todo, adiós a ti, boba”.
Tomado de la red
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