La música popular, las telenovelas ahora, las radionovelas
antes, la literatura sentimental y la poesía amorosa se encargaron de gravar en
la memoria de millones de personas en todo el mundo que muchas afirmaciones son
ciertas y no dejan de ser el resultado de una emoción de momento
Como no puedo dejar de escuchar la música sentimental de
moda, porque viajo en transporte público, el vallenato, la música del despecho,
de carrilera, tangos, boleros, baladas y hasta la música bailable son
monumentos a las promesas incumplidas, la traición amorosa, el desamor, la
infidelidad, los celos y muchas más pruebas de que lo que se dice en unas
canciones se contradice en otras.
Te amaré por siempre, nunca te
olvidaré, jamás te dejaré, sin ti me muero, no puedo vivir sin ti, si me dejas
no sabría que hacer, eres el amor de mi vida, siempre te recordaré, sin ti yo
no soy nadie, pienso en ti a todas horas, si me abandonas me mato (o te mato),
eres lo mejor que me ha pasado… y así hasta el cansancio. La realidad demuestra
todo lo contrario y los noticieros de TV, radiales y las noticias escritas
cuentan a diario de muertes pasionales, maltrato por amor, suicidios y desamor
por montones.
Pero eso no es nuevo ni moderno, las
pasiones humanas vienen con el ser humano desde su nacimiento y si revisamos la
historia encontramos todo esto en todas las épocas. Dalila emborrachó a Sansón
para arrancarle su secreto, Salomé, enamorada de Juan el Bautista, al verse
rechazada logró que el rey le cortara la cabeza a su amado. Enrique VIII se
caso muchas veces y a todas les juró amor eterno. Diomedes Díaz en sus
canciones promete un amor ideal a cada una de sus conquistas y ya sabemos su
historia… y así podemos seguir hasta el infinito y más allá.
Otras grandes mentiras son yo soy
tuyo, somos almas gemelas, nacimos el uno para el otro, nunca te dejaré
mientras vivas, si en la otra vida nos encontramos te seguiré amando; amores
pasajeros como casi todo en este mundo, espumas que se van como dice la
canción; el enamorado está seguro de lo que dice en ese momento pero no
significa que semanas, meses o años más tarde siga pensando igual, ya lo dicen
las noticias.
Lo que me parece más curioso es que,
a pesar de que todas las personas sospechan o están seguras de que estas
palabras son solo eso, se las creen y caen en las trampas del amor ayer, hoy y
siempre. Walter Riso se refiere a estos temas por extenso y asesora mujeres y
hombres decepcionados de sus parejas. Muchos se enamoran con una canción porque
la letra les viene como anillo al dedo y, cuando la relación fracasa,
encuentran otras letras que se acomodan a su desilusión y fracaso amoroso. El
mundo seguirá su curso y las frases de amor se repetirán una y otra vez por
siempre.
Los poetas, cantantes, autores,
actores, novelistas, libretistas, y demás responsables de estos géneros
emocionales, seguirán utilizando una y otra vez estas frases mentirosas y los
galanes rendirán a sus pies a la chica de turno. Por supuesto que las mujeres
no están exentas de usar también estas mentiras, que ya están sembradas en la
memoria colectiva, y se armaran parejas que con el tiempo descubrirán que
siempre, nunca, jamás, eterno, fidelidad y todas las demás del léxico amoroso
no dejan de ser armas de conquista y no se cumplen en la realidad aunque lo
repitan las canciones, el cine y la TV.
Es fuerte aceptar esto pero, es que,
¿a quién no le gusta que le afirmen que lo amarán por siempre?
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