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miércoles, 7 de marzo de 2018

22 COSAS QUE NO SABIAS DE IVAN DUQUE



Una mezcla de paisa y tolimense con empaque bogotano. Santos lo puso en el BID y ahí empezó todo. Sería el Presidente más joven en la historia de Colombia
Por: Las2orillas | Marzo 04, 2018
En el salto triple de la política Iván Duque está a punto de conquistar la medalla de oro. Hace apenas cuatro años era un joven desconocido que hacia carrera en organismos internacionales. El domingo 11 de maarzo puede convertirse en el candidato de la coalición de la derecha a la Presidencia de la República. Las encuestas lo colocan en posición favorable de cara a la primera vuelta y publicaciones de Europa se aventuran a decir que es el Macron latinoamericano. ¿Sabía esto sobre él?
1.      Hijo de Iván Duque Escobar, antioqueño y Juliana Márquez Tono, ibaguereña enraizada en Bogotá.
2.      Iván Duque Escobar —fallecido el 3 de julio de 2016— fue gobernador de Antioquia nombrado por Julio César Turbay, ministro de Minas de Belisario Betancur y registrador Nacional en el gobierno Andrés Pastrana.
3.      Hernando Márquez Arbeláez, el abuelo, fue viceministro de Minas de Misael Pastrana, casado con Stella Tono, cartagenera de pura cepa. La bisabuela Luz Caicedo de Tono, fue una figura del Tolima, protagonista en la música de ese departamento.
4.      Si es elegido presidente, seis días antes de posesionarse (1 de agosto) habrá cumplido 42 años y se convertirá en el presidente más joven de Colombia, seguido por César Gaviria (44) y Andrés Pastrana (44).
5.      Estudió en colegios bilingües de Bogotá, en el Saint George y en el Rochester. Siendo estudiante formó un grupo de rock con sus amigos al que llamaron Pig Nose. Por esa época su mejor amigo era Óscar Castaño.
6.      En la Universidad Sergio Arboleda se graduó en Derecho. Pero lo suyo es la Economía. Hizo maestría en Derecho en American University, Administración Pública en Georgetown con beca del BID donde conoció a Luis Guillermo Echeverry, su actual gerente de campaña. También realizó estudios de Negociación estratégica y Capital de Riesgo en Harvard.
7.      Aficionado al fútbol, desde la niñez, como su padre. Es hincha del América, pero su papá lo fue del “poderoso” DIM y su mamá del Nacional. En cualquier momento libre se le encuentra jugando Fifa en el computador.
8.      Vive en una urbanización del norte-norte de Bogotá , con su esposa María Juliana Ruiz, abogada, y sus hijos Luciana (9), Matías (6) y Eloísa (4).
9.      Los primeros tres jefes fueron políticos y economistas: Juan Manuel Santos ministro de Hacienda —a donde llegó como asesor por petición de Andrés Pastrana—,y quien lo hizo nombrar en la Representación de Colombia en el BID; Roberto Junguito, como Minhacienda de Álvaro Uribe, y Luis Alberto Moreno presidente el BID, institución en la que estuvo al frente de la promoción de la ‘economía naranja’.
10.    Es coautor del libro La economía naranja, con Felipe Buitrago Restrepo, publicado por el BID, y autor de Efecto naranja publicado por la editorial Temas de Hoy en 2017.
11.    Comenzó en política electoral en la lista cerrada del Centro Democrático para el Senado, encabezada por Álvaro Uribe, en la que fue renglón 7, que obtuvo 2.045.564 votos en las elecciones legislativas del 2014.
12.    La relación política con Álvaro Uribe comenzó cuando, tan pronto dejó la presidencia, lo nombró su asesor en Naciones Unidas, donde llegó para hacer parte del comité internacional de cuatro miembros conformada por Koffy Annan que investigó el ataque israelí contra una flotilla humanitaria a Gaza. Después lo llevó de profesor asistente a la cátedra que dictó en Georgetown.
13.    La buena estrella política quedó en evidencia cuando rifaron los puestos de la bancada del Centro Democrático: ganó el pupitre al lado derecho de Álvaro Uribe. Y cuando sortearon el sitio en el tarjetón de la consulta entre Martha Lucia Ramírez y Alejandro Ordoñez: sacó el número 1 con la balota naranja.
14.    Embola sus zapatos, algo que aprendió de su padre, y encuentra en eso la mejor terapia para desestresarse.
15.    La comida favorita: pastas y ensaladas en la casa de mamá.
16.    Iván Duque Escobar se casó en primeras nupcias con Claudia Samper Mejía y después con su madre Juliana Márquez, de quien se separó. Su  hermana media Paula Duque Samper, es nieta del golfista bogotano Enrique Bambuco Samper, vicepresidenta de asuntos públicos y relaciones institucionales de Avianca y está casada con Néstor Morales, director de Blu Radio. Su hermano menor Andrés,  vive en Roma y hace parte de la delegación de Colombia en el Vaticano.
17.    Las últimas vacaciones las pasó en el Golfo de Morrosquillo, con su familia. No cambia por nada un descanso en familia.
18.    Las mascotas de los Duque Ruiz son Mile, una perrita portuguese water, la misma raza de los perros de Obama, y  un gatito llamado Fígaro.
19.    Canta en la parranda, es fanático de Led Zeppelin, Metallica, Iron Maiden, se sabe las canciones de los Beatles, y de los cubanos Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Compay Segundo. Si hay que cantar rancheras, también está listo.
20.    Sus libros favoritos son El libro de la risa y el olvido de Kundera y Siddartha de Herman Hesse.
21.    La película que más le ha marcado es El club de la pelea, basada en la novela de Chuck Palahniuk. Y las series que más le han gustado: Designated Survivor y House of Cards.
22.    En un solo año, el pasado 2017, enterró a tres hombres claves en su vida: Juan Mario Laserna, su papá y Fabio Echverry.
Y ñapa: Casi no se llama Iván. El cura lituano que lo iba a bautizar dijo que no podría llamarlo así porque ese nombre no estaba en el santoral y recordó a Iván el Terrible. Sus padrinos Alfonso Palacio Rudas y Lulú Bernal, quedaron atónitos. Pero terció el maestro Darío Echandía diciendo enfático “Iván es Juan” (adaptación latina del hebreo). Y así quedó. Ahora es #eleselquees.


Tomado de Las 2 orillas

domingo, 14 de enero de 2018

LAS INESPERADAS Y COMPLEJAS CONDICIONES DE PASTRANA A URIBE PARA ACEPTAR CONSULTA EN MARZO


TOMADO DE CARACOL RADIO
Caracol Radio conoció detalles de la reunión entre los ex presidentes Uribe y Pastrana en Barranquilla y de la cual solo se ha conocido un comunicado de Marta Lucía Ramírez en el que abre la puerta para la realización de una consulta en marzo.
Las condiciones para aceptar ese mecanismo son las siguientes.
• El Centro Democrático debe dejar en libertad a sus militantes para votar por cualquiera de los candidatos de la coalición. Pastrana asegura que Marta Lucía tiene un amplio apoyo en sectores uribistas y por esa razón esta condición para que integrantes del uribismo puedan hacer campaña y promover la candidatura de la ex ministra de defensa.
• La campaña para la consulta debe ser amigable; es decir, ya no habrá candidato de Pastrana o candidato de Uribe y quienes participen del mecanismo irán de gira juntos por el país exponiendo sus propuestas de manera conjunta sin desacreditar al otro. Todos serán candidatos de la alianza. Esto para evitar divisiones al interior de la derecha y garantizar que el candidato ganador reciba completo el apoyo de todos los sectores.
• Pastrana abrió la puerta a que Alejandro Ordóñez ingrese como candidato independiente a la coalición siempre y cuando Uribe acepte otras candidaturas como las de Oscar Iván Zuluaga y Luis Alfredo Ramos, que tienen el mismo impedimento judicial que Ordoñez; procesos judiciales andando.
• Pidió esperar el resultado del conteo de las firmas en la Registraduría para determinar que tantas fueron válidas en el caso de Ordóñez y así considerar su inclusión en la coalición como independiente.
También supimos que Pastrana fue enfático al decir que si Alejandro Ordóñez entraba en la coalición sin cumplir con las anteriores condiciones, él y su candidata se apartarían de cualquier ejercicio interpartidista.
Uribe sin mayores detalles dijo en su cuenta de twitter que “La mejor alianza, la que se debe hacer, es la alianza incluyente, donde estén todos, para que Colombia pueda salir adelante en su democracia y evitemos las vías al totalitarismo”, insistiendo en que se habrá un espacio para el ex procurador.
Pastrana y Marta Lucía Ramírez están a la espera de una respuesta del ex presidente Uribe e Iván Duque para tomar una decisión antes del 20 de enero.
Desde ya se ve muy difícil la posibilidad de que el Centro Democrático acepte estas condiciones dado que sería renunciar al musculo político que significa la bancada parlamentaria y que le da una obvia ventaja a Duque sobre los demás.


domingo, 5 de febrero de 2017

FUEGO AMIGO DE URIBE A ZULUAGA



La carta no podía ser más extraña. La firmaba Luis Carlos Restrepo e iba dirigida al expresidente Álvaro Uribe. Restrepo en la actualidad se encuentra prófugo de la Justicia y está asilado en Canadá. Hacía tiempo no se oía de él y su reaparición sorprendió.
En la carta señalaba que la supuesta financiación de Odebrecht en Brasil al asesor de ese país, Eduardo ‘Duda’ Mendonça, para la campaña de Óscar Iván Zuluaga era una “falta ética”. Según Restrepo, aunque Zuluaga no se hubiera enterado, era impresentable haber recurrido a una empresa contratista del Estado para financiar indirectamente una parte de su campaña. En la contabilidad de esta se había registrado un pago de 1,5 millones de dólares, mientras que la cotización original del asesor brasileño había sido de 4,3 millones.
Esto hizo pensar que había gato encerrado. La versión de Zuluaga es que la cotización inicial sí fue de 4,3 millones, pero que obtuvo una rebaja sustancial a 1,5 millones. Sin embargo, la revista Veja, la más influyente de Brasil, recientemente reveló datos adicionales. Coincide en que en Colombia hubo un pago de 1,5 millones de dólares, pero agrega que Odebrecht por su lado le pagó a Duda 1,6 millones de dólares en efectivo y otra parte con bienes inmuebles. Como afirmó Alfonso Gómez Méndez en una columna reciente, todas las campañas tienen una parte de su financiación no registrada, la cual generalmente es imposible de detectar. En este caso, por tratarse de una revelación proveniente de Brasil, el escándalo salió a flote.
De ser verdad, no solo se trataría de una irregularidad contable, sino también de una violación a los topes y aportes permitidos para la financiación de la campaña. Lo sucedido en términos legales es delicado, pero en términos políticos puede ser mortal. Zuluaga es el precandidato del Centro Democrático que encabeza las encuestas y la revelación de Odebrecht le hace un daño enorme. No solo por el artículo de la revista brasileña, sino por la carta de Luis Carlos Restrepo y la reacción de Álvaro Uribe.
El expresidente anexó la carta de Restrepo a una de su puño y letra en la cual le solicitó al comité de ética de su partido investigar a Zuluaga. Teniendo en cuenta que este último en la actualidad no solo es precandidato, sino también el presidente de la colectividad, la sola solicitud de una investigación, por parte del jefe supremo, ha sido interpretada como una lápida política. Puede leer: Archivo del caso Zuluaga: ¿Qué tan justificado es? Detrás de este episodio hay varios elementos.
El primero es que, ante un país obsesionado por el tema de la corrupción, es imposible defender al presidente del Centro Democrático por más rutinaria que sea la irregularidad en la cual incurrió. Pero hay una consideración de más peso. En círculos bien informados se sabe que el Centro Democrático tiene tres candidatos, pero que el expresidente prefiere a uno de ellos: Iván Duque. No tanto porque le parezca el más calificado, sino porque ve en él una especie de hijo político, como lo fue Andrés Felipe Arias en su momento.
Sin embargo, Álvaro Uribe no ha querido mostrar favoritismo por ninguno de sus discípulos. Eso le ha permitido no comprometerse públicamente, pero para los allegados es claro que su corazón está con Duque. Zuluaga, por haber obtenido 7 millones de votos en las últimas elecciones, encabezaba las encuestas internas del partido. Muchos observadores, sin embargo, consideran que esos votos no fueron del candidato derrotado, sino simplemente endosados por Uribe y que están disponibles para quien él unja.
Por otra parte, un triunfo del Centro Democrático sobre el santismo requiere renovación y eso definitivamente no lo encarna Zuluaga. Por lo tanto, el escándalo de la semana pasada le dio a Uribe la oportunidad de solucionar un problema que por amistad no hubiera podido resolver personalmente. Le sugerimos: Los tentáculos de Odebrecht De ser así, de los tres candidatos quedan dos: Carlos Holmes Trujillo García e Iván Duque. En principio se podría decir que, aun sin escándalos, Trujillo la tiene más difícil por las mismas razones que Óscar Iván. En una coyuntura en la que todo lo que representa el establecimiento tradicional produce desgano en el electorado, ser miembro de una dinastía política regional no es una ventaja para él. Sin embargo, tiene una trayectoria y experiencia como pocos en el país.
Ha sido alcalde, constituyente, embajador, ministro y candidato a la Vicepresidencia de Óscar Iván Zuluaga. Y en los últimos meses ha neutralizado en parte su imagen de político tradicional al mostrarse como un hombre muy bien preparado, elocuente y un columnista influyente. De lo que no hay duda es que tanto Óscar Iván Zuluaga como Carlos Holmes Trujillo tienen más quilates en su hoja de vida, más experiencia y más cancha que Duque.
Él solo les podría sacar ventaja en lo que Uribe más valora en la actualidad: elegibilidad. Según prácticamente todos los analistas, en Colombia el rechazo por lo tradicional ha creado la coyuntura para que surja lo que los anglosajones denominan un outsider. Es decir, alguien de afuera, nuevo y, en todo caso, algo diferente. En teoría Iván Duque no lo es. Es el hijo consentido de Álvaro Uribe, quien nada tiene de outsider. Sin embargo, es joven, preparado y mediático y relativamente desconocido, lo cual lo convierte en un semi-outsider. A eso se suma que su mentor es Álvaro Uribe, el jefe del antisantismo, corriente que para muchos constituye una fuerza electoral tan poderosa como la del antiestablecimiento.
De ahí que el expresidente tenga contemplado que Duque y él son la ecuación ganadora. Como no puede decir eso de frente, manda señales indirectas. Con frecuencia cuando un parlamentario le pide una cita, él lo recibe con Iván Duque a su lado sin tocar el tema electoral.
No obstante, como tiene que mostrarse neutral, Uribe no quiere imponerlo a dedo. Pero Duque tiene el problema de que en la actualidad no tiene asegurado el triunfo ni en una convención del partido, donde los veteranos ganarían, ni en una consulta popular abierta en la que el electorado pueda escoger entre los tres precandidatos.
En la última encuesta de Gallup solo contaba con 0,7 por ciento de apoyo y en la última de YanHaas registró un 6 por ciento. Los profesionales de la política, sin embargo, saben que lo que está hoy sobre el tapete poco tiene que ver con la realidad electoral dentro de un año. Y también son conscientes de que la clave del éxito en las presidenciales de 2018 no es quién gana hoy, sino quién tiene más proyección hacia el futuro. A pesar de su falta de experiencia, hoy por hoy el puntero es Duque.
La razón es que mientras sus rivales tienen apoyo dentro del Centro Democrático, él lo tiene más allá del partido. Eso ha creado fisuras con algunos furibistas que lo han acusado de poner sus intereses personales por encima de los de la colectividad. Al cerrar la semana se supo que Iván Duque había acompañado a Óscar Iván Zuluaga y a su hijo David a la reunión con Duda Mendonça en São Paulo. Como de esta surgió el escándalo de los pagos irregulares, su presencia allá no lo favorece. Su descargo es que allá solo se les hizo una presentación sobre los servicios de la empresa y no se habló de plata. Y solo asistió a una reunión.
Eso podría ser verdad, pero es el mismo argumento que invoca Óscar Iván Zuluaga, a quien están ridiculizando con el mote samperista de que “todo fue a mis espaldas”. En todo caso tanto el candidato como su hijo David, gerente de la campaña, están enredados en el asunto.
Para Álvaro Uribe es incómodo tener que defender a Duque mientras que simultáneamente está zafando a Zuluaga por el caso Odebrecht.

Porque definitivamente pocos creen que la carta de Luis Carlos Restrepo para denunciar “la falta de ética” de Zuluaga haya sido una iniciativa personal, enviada sin el conocimiento del expresidente. Tampoco es muy lógico que un prófugo de la Justicia sea el faro ético del partido. Pero independientemente de estas consideraciones, el efecto político de esa inusual carta parece ser la sepultura de la candidatura de Óscar Iván Zuluaga.
TOMADO DE REVISTA SEMANA