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domingo, 18 de septiembre de 2016

OPINION DE UN ESCRITOR RUSO SOBRE LA PAZ EN COLOMBIA

La verdadera paz en Colombia

Artículo de mi amigo EVGENY ZHUKOV, Escritor y periodista.
Lo reproduzco con autorización del autor
 
Colombia es una olla a presión, cuya tapa será levantada este 2 de octubre cuando se vote el plebiscito por la Paz. Los medios de comunicación bombardean, cada uno desde su arma de comunicación masiva preferida, con toneladas de propaganda barata, a veces mediante manipulaciones sutiles, a veces de forma directa y burda, dependiendo del público al que se dirigen. Las razones tanto del SÍ como del NO se ventilan a diestra y siniestra y todos los medios son válidos: desde los más bajos hasta los más altruistas.
Que SÍ, que NO, que la PAZ, que la impunidad, que el perdón…
Nadie parece comprender que la firma no es importante. Es un mero acto protocolario. Es una constatación de que el grupo armado deja las armas. Si gana el SÍ, el proceso será más fácil. Si gana el NO, el proceso se hará de igual forma, tan solo un poco más complicada; no se preocupen. Esa decisión está tomada. El problema vendrá después: cuando esa PAZ, de la que tanto se ha hablado, comience a construirse.
Construir la paz no es fácil. Requiere de la participación ciudadana. Requiere de perdón y olvido. Requiere de una mano bondadosa, pero firme, que lleve a una Colombia unida a construir esa PAZ. Y aquí es donde veo el principal bache en el camino de la paz. Más que bache, es una montaña que no sé cómo bordear. Y esa montaña se resume en la lucha de poderes, que, desde el nacimiento de la Gran Colombia, cual herrumbre, viene destruyendo cualquier remache con el que se intenta sujetar el país en un todo:
  • Santander contra Bolívar.
  • Terratenientes y esclavistas versus innovadores y liberalistas.
  • Liberales contra conservadores.
  • Iglesia contra liberales.
  • Capitalistas contra comunistas.
  • Diferentes grupos guerrilleros contra todos.
  • Narcotráfico contra todos.
  • Paramilitares contra todos.
  • Todos contra todos y,
  • La última perla que Colombia y los colombianos han soportado los últimos seis años: Uribe contra Santos y el mundo…
Ese es el problema al que se enfrentarán los colombianos. El que cree que con poner un SÍ o un NO en un pedazo de papel hace su aporte a la paz que en su interior interpreta como correcta, está totalmente equivocado. La lucha por la paz hasta ahora comienza.
Los colombianos están divididos en dos bandos, a todas luces irreconciliables: Uribistas y No Uribistas. Las pasiones están encendidas y las disputas se ven y se oyen no solo entre desconocidos, sino entre amigos y dentro de los núcleos familiares. Los gritos y los insultos: ¿acaso este es el principio de la paz que estamos necesitando? Los engaños, traiciones, mentiras, calumnias e injurias: ¿así es como se construye la paz?
No. Esos, precisamente, son los ecos de la guerra que el país ha vivido desde el momento en que el señor Bolívar comenzó a liberar a América del Sur de los conquistadores. Desde ese momento la lucha por el poder jamás ha parado. Ha sido una lucha sangrienta, con millones de muertos. Tan solo consulten la historia de Colombia desde 1810 hasta la fecha. Existieron treguas entre guerras, pero Colombia JAMÁS ha disfrutado de una VERDADERA paz. Y desde 1948, Colombia ni siquiera tregua ha tenido…
Ahora, los que están participando en el proceso democrático denominado plebiscito, son los nietos (si no los bisnietos) de aquellos que han vivido en guerra. Fueron criados en medio de cuentos de terror sobre los guerrilleros, el narcotráfico, los militares, los políticos corruptos y la iglesia como un ente manipulador y traidor… En los casos más afortunados, tan sólo han visto las noticias por televisión o les han llegado a través de terceros. En los menos afortunados, fueron actores principales y el terror y la pérdida dejaron una marca visible en sus almas y a veces hasta en los cuerpos.
Son generaciones que fueron enseñadas a que la “malicia indígena” es algo bueno. A que el “a papaya dada, papaya partida” debe aplicarse en todo momento. Que se debe escoger el partido político que esté dominando para asegurar un puesto, sin importar valores, criterios y medios para lograrlo. A que el modo de vida ha de ser egoísta y de desconfianza absoluta, ya que todo y todos están en contra tuya y te pueden traicionar. Y hay que aprovechar cualquier descuido para tomar ventaja y olvidarse del juego limpio.
Esa es la realidad de la lucha de poderes que se ha reflejado en la educación y el modo de ser de los colombianos. Solo el fútbol es capaz de hacer olvidar esas diferencias y unificar por un momento los corazones. Pero de esta forma NO es posible construir paz alguna, ya que incluso el amado fútbol ha dejado centenares de muertos y lisiados, solo porque el color de la camiseta del prójimo era del color equivocado…
Entonces, ¿cómo se construye la paz? ¿Qué camino ha de seguir Colombia, si en verdad quiere que la paz, la VERDADERA PAZ llegue? Conozco ese camino: es difícil. Tiene muchos baches. Y los principales baches serán el orgullo propio. El egoísmo. El egocentrismo. El resentimiento. El odio. Pero el bache más difícil de todos será: la falta de interés y participación.
Lo principal es que hay que comprender que la paz no llega. Por la paz se lucha. Tan solo que la lucha debe dejar de ser entre los colombianos. Y más bien, unidos, los colombianos luchemos por la paz. No existe otra forma. Se los aseguro.
Para ello hay que, literalmente, destruir décadas (si no es centenares) de años de odios arraigados por generaciones (cosa poco fácil). Colombia debe unirse bajo un solo estandarte, en lugar de elegir cientos, para dirigirse a un mismo rumbo, en lugar de a todos lados. Aceptar que la paz es posible sólo si dejamos las disputas internas y que los intereses de la NACIÓN denominada COLOMBIA, primen sobre los intereses individuales.
Si el país se une, no habrá grupo subversivo que pueda hacerle frente. No habrá narcotráfico que pueda prosperar. Únicamente de esta forma se puede lograr una “Paz Estable y Duradera”, como pretenciosamente anunció el presidente.
Si el país se une, habrá trabajo, dinero, salud y educación, ya que los recursos dejarán de invertirse en conflictos internos, buscando fragmentar aún más la sociedad, para defender los intereses de unos pocos señores feudales modernos. Al contrario, podrán invertirse en la construcción de una nueva Colombia. Tan solo miren los autodenominados “países del primer mundo”; ellos tienen algo en común: todos sus ciudadanos luchan por los intereses de la nación en primer lugar; después por los propios.
Si tan solo esto fuera posible en Colombia…
Entonces sí tendríamos una verdadera paz.

sábado, 4 de junio de 2016

FALLECE MOHAMED ALI, LA LEYENDA DEL BOXEO


EL MAS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS

El legendario boxeador fallece a los 74 años según publican varios medios norteamericanos que citan a fuentes de la familia
El mejor boxeador de la Historia para muchos y mito del deporte para otros tantos, Muhammad Ali transgredió todas las barreras sociales y políticas que imperaban en los convulsos años 60 en EEUU y, durante más de dos décadas, contribuyó a cambiar un país con profundas diferencias raciales e ideológicas en el gran epicentro sociocultural en el que se refleja Occidente. Como Jesse Owens volando ante el pasmo de Hitler en el 36, como Tommie Smith alzando su negro puño por los derechos civiles en el 68; Ali se convirtió en uno de los iconos más reconocibles de la contracultura americana gracias a su vuelo de mariposa y su picadura de abeja. Una definición de sí mismo que sintetiza la carrera del púgil más universal, fallecido este viernes a los 74 años.
La leyenda comenzó en Louisville (Kentucky, EEUU) en 1942, donde Ali nació con el nombre de Cassius Marcellus Clay, jr. Con 12 años, ingresó en un club de boxeo y desde muy joven exhibió su talento en varios combates entre jóvenes promesas. Tras unos meses, Clay ya había ganado varios campeonatos y, con sólo 14, ya se había hecho con el torneo de promesas del Estado. En 1959 ya era el campeón nacional amateur en categoría de semipesados.
Entonces llegaron los Juegos de Roma. Con 18 años, Clay quedó descartado por el equipo nacional para la categoría de pesos pesados, por lo que probó suerte en semipesados. Tras un gran torneo, en el que le llovieron críticas muy favorables, el joven más veloz del torneo se hacía con la medalla de oro ante el polaco Zbigniew Pietrzykowski. El éxito no pasó inadvertido en el circuito profesional. Clay se puso a las órdenes de Angelo Dundee y se trasladó desde su Louisville natal hasta Miami, donde comenzó de forma fulgurante: cinco nocauts consecutivos en su estreno en el circuito.
Hacia 1962, Clay ya se había hecho un nombre en el boxeo. Sin embargo, ese mismo año llegó su primera derrota profesional en el Madison Square Garden: ante Sonny Banks, por nocaut técnico. Sin embargo, su récord personal siguió aumentando durante los siguientes meses, pero su fama de boxeador poco ortodoxo –huía de la posición de combate, enfrentándose a sus rivales con los brazos extendidos-, le obligaba a realizar combates contra personajes secundarios dentro del circuito.
Su primer gran combate llegaría contra Sonny Liston, campeón de la Asociación Mundial de Boxeo, al que se impuso en seis asaltos. Sin embargo, el púgil aceptó la revancha propuesta por Liston un año después. En ella, Clay daría el llamado “golpe fantasma” a Liston, que cayó noqueado a la lona, aunque pocos espectadores fueron testigo del golpe que lo tumbó. Se habló entonces de la mafia neoyorquina, que pudo alterar el resultado del combate.Entre ambos combates, Cassius Clay pasó a llamarse Muhammad Ali, en honor al líder de la Nación del Islam, Elijah Muhammad.    

miércoles, 9 de noviembre de 2011

ME INVITARON A COMER




Esta historia me pertenece y es cierta cien por ciento. Ocurrió durante una época en que cinco muchachos permanecíamos más en el municipio de Mosquera que en Facatativá.
En la hacienda Casablanca, celebraron una tremenda fiesta a la cual asistimos y amanecimos, sin avisar a nuestros padres. Al amanecer nos invitaron a tomar leche fresca en el establo y como era un detalle bien curioso bajamos. Las vacas estaban alineadas culo frente a culo en los ordeñaderos automáticos y cuando yo pasé en medio de la fila una vaca  churrienta se cagó y me llenó los zapatos y el pantalón de física mierda. Nada se podía hacer así que nos bebimos la deliciosa leche recién ordeñada subimos a desayunar, tomamos tres o cuatro cervezas para el guayabo y... rumbo a casita.
Los cinco llegamos con cara de susto y con el rabo entre las piernas. Yo trabajaba pero les estoy hablando de una época en que se acostumbraba pedir permiso. No sé si ya lo conté, nuestra casa era vecina con la de don Tito y la tienda de su propiedad, allí  había un pequeño patio al frente donde nos reuníamos a disparatar de todo lo divino y lo humano y a criticar a quienquiera que pasara o recordáramos.
Cuando el demonio quiere perder a alguien lo pierde bien perdido. Llegamos en grupo y los demás enrumbaron para sus casas. A todos nos encimaron una silbatina de los mil demonios porque la maldita tienda estaba llena con todos los malparidos del barrio... todos juntos y de testigos para lo que sucedió a continuación. Eran como las diez de la mañana y la bendita llave no abría por la sencilla razón de que mi padre decidió dejarme por fuera la noche anterior, si pensar que yo no iba a llegar. Entonces, golpeé en la puerta:
          -   ¿Quién es?
          -     Yo, padre.
          -     ¿Qué quiere, gran pendejo?
        -      Pues, entrar.
        -     Vaya duerma donde lo trasnocharon...
Mientras esto sucedía como veinte desgraciados de mis amigos se reían a carcajadas en la barda de la tienda. Les menté la madre y aumentaron las risas. En esas se abrió la puerta:
      -      ¿Dónde estaba?
      -       En Mosquera, padre.
      -      ¿Y, que putas estaba haciendo?
      -      Fue que nos invitaron a comer.
     -       Pero mierda porque viene todo cagado.
La carcajada tan hijueputa que soltaron todos los malditos amigos míos  del barrio todavía me resuena en los oídos casi cuarenta años después.
De mi libro Historias Ebrias.

miércoles, 15 de junio de 2011

AÑORANZAS


Poema de mi amiga mexicana, la escritora y poeta Elena Ortiz Muñiz

Hoy nos encontramos de nuevo…
estabas en el silencio de una tarde vacía.
Así sucede siempre
en el momento menos pensado
cuando creía haberte olvidado
apareces inesperadamente
para remover escombros
de un pasado entumecido
que lucha por no permanecer dormido
y quiere seguir siendo presente.
Pero es imposible.
A pesar del cariño, la historia
los besos, el siempre y el nunca…
Regresas a mi, invariablemente regresas.
Estás ahí al despertar.
Llegas fresco y fragante como el amanecer
doloroso y herido
cuyo firmamento ensangrentado
invita al nacimiento de una nueva vida
que no he podido parir.
porque ¡Estas aquí!
Siempre estás aquí…
Y sin embargo, te has ido.
Es decir, tu cuerpo partió
pero me quedó tu esencia
esparcida en el jardín
llenando mis pulmones cuando el viento sopla
invadiendo mi cuerpo, mi alma, mis ganas, mi todo


¡Estás aquí, mi amor!
aunque te hayas ido
Te encuentro en la lluvia
en las noches de luna
entre las sábanas níveas
y los rincones sin vida
de esta casa repleta de sombras
y recuerdos tercos
de lágrimas secas, recientes, asfixiadas
gritos amordazados de una voz que es mía
y se alza impotente rasgando penumbras:
“No puedo más”
Y debo aceptar que aunque el viento sople
trayendo tu aroma permanezco sola
tan abandonada como mi cuerpo, mi alma, mis ganas, mi todo.
Aunque venga la lluvia las gotas serán solo gotas
la  luna un satélite lejano y frío
las sábanas frías golpearán mi cuerpo con impiedad
haciéndome conciente de mi creciente soledad


¿Qué puedo hacer si te veo una y otra vez?
de manera continua, repetida, atroz
como una tortura fríamente preconcebida.
Te encuentro en los ojos de un niño travieso
en las manos que se alzan exigiendo justicia
en las calles repletas de historias
en cada flor seca que aparece entre las hojas de un viejo libro
en el viento que susurra tu nombre tantas veces repetido
en los labios del joven gallardo de la banca en el parque
pero también en la sapiencia del viejo olvidado
en la sonrisa franca del hombre del piano en el café de la esquina
en el calor de las tardes sin lluvia
en el frío de los inviernos que dejan mis dedos tan congelados…
como mi corazón.


Por eso, aunque quiera olvidarte no lo he conseguido.
Busqué en otros cuerpos, besé labios extraños
llené mis manos con manos ajenas,
miré esos ojos que no eran como los tuyos…
Y me sentí vacía, me supe perdida
Debo arrancarte de tajo como a la hierba mala del jardín
que invade las rosas, las cubre y asesina lentamente
sin piedad ni motivo.
Pero no puedo…
porque siempre terminas regresando.
Ahora mismo estás aquí
entre estas letras que he escrito con tanto dolor
porque jamás te marchaste del todo
tu cuerpo se fue pero se ha quedado conmigo tu esencia
tu todo, tu alma, tu infinito amor.


Aún así sigo estando sola
porque no solo te llevaste tu presencia querida,
en esa maleta que fue un verdugo traidor
guardaste tu ropa pero también mi corazón
lo arrastraste por todas las calles hasta dejarlo agónico
herido, lastimado, solitario, sin esperanzas.
Me lo robaste. Me dejaste vacía…
Es insoportable
Es imposible
Es inútil
Aunque retornes…te has ido
Aunque te hayas quedado…te has ido
Aún cuando respiro…no existo
Tengo movimiento…pero no motivo
Siento tanto amor…inútilmente
Estoy viva…pero hace tiempo que he muerto
¡Cuántas añoranzas!
Elena Ortiz Muñiz